Tinta/Plumín 20 X 30 cm. Sergio Astorga.

BIENVENIDOS

LA PANTALLA DEL ORDENADOR ES COMO EL INMENSO CIELO A LA ESPERA DE UNA AURORA BOREAL, ES COMO UN ARCO IRIS DE COLORES, COMO UN ECLIPSE O COMO UNA ESTRELLA FUGAZ. A FIN DE CUENTAS ES COMO UN ESPEJO DONDE TE REFLEJAS TÚ Y TUS PENSAMIENTOS. DE ESTA MANERA TE ELEVAS POR ENCIMA DE LOS MISMOS, DEJANDO DE SER PRISIONERO DE ELLOS LLEVÁNDOTE A POSEER UNA ACTITUD MÁS LIBRE CON RESPECTO A LOS DEMÁS, A TI MISMO Y A LA VIDA.

jueves, 26 de agosto de 2010

EL VIEJO POETA


EL VIEJO POETA

Está el Viejo Poeta
preocupándose ya sólo de su muerte
no atiende las señales de la vida
tan sólo ordena sus notas y papeles
rescatando sus cosas del olvido
Ni el sol que sale, ni ningún sonido
nada de los otros le importa ya
teme al vacio
constata la inutilidad de sus esfuerzos
todo lo que ocupó su poesía le es indiferente
Se derrumba en el viejo sillón
en el que mantiene su fatiga
dentro de poco sólo estará en la sombra
en la borrosa sombra de la memoria de los vivos
Él ya sólo rastro, recuerdo, linea escrita
ni siquiera está seguro de si descansará en paz
no tiene en la cercanía de la partida
ni la más mínima certeza
duda en el pensamiento y en el corazón
El Viejo Poeta con sus sueños siempre en las manos
dirige la mirada a sus escritos
busca ese verso, ese poema
en el que creyó encontrar la inmortalidad
y lo coge, lo dobla lentamente
lo rasga, lo destruye
como inútil venganza hacia el engaño
(Emilio Porta)

Me emociona el poema "El Viejo Poeta". Es más, le he puesto muchas caras familiares que han ido desfilando por nuestras vidas. Y no por que piense o sepa que se sintieron así, si no pensando que acaso se hubieran podido sentir así. Incluyo la imagen de Celaya en batín de estar en casa con estos pensamientos. Creo que los tuvo muy parecidos al final de su vida.
En la fase que me encuentro ahora, exprimo el presente, pero ya hago viajes al pasado. No miro al futuro, sólo cuento el hoy.
Me pongo los zapatos del Viejo Poeta y siento realidades y sueños sin cumplir, soledad en mi alma, desilusión...la nada. Siento que ya próxima la despedida, el pasado fue frágil y el presente es vacio porque no me queda tiempo para el futuro.
Vuelvo a la realidad y me repito las frases " Más vale un hoy que dos mañanas" y "Nada excluye nada" para que no se me olviden y no llegar a ese momento, en la frontera del vacio y la inmensidad, con la sensación del Viejo Poeta. Al menos si no triunfo en mis ilusiones, haber triunfado como ser humano y al hacer el balance final lograr un equilibrio entre lo sembrado y lo recogido.

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