Tinta/Plumín 20 X 30 cm. Sergio Astorga.

BIENVENIDOS

LA PANTALLA DEL ORDENADOR ES COMO EL INMENSO CIELO A LA ESPERA DE UNA AURORA BOREAL, ES COMO UN ARCO IRIS DE COLORES, COMO UN ECLIPSE O COMO UNA ESTRELLA FUGAZ. A FIN DE CUENTAS ES COMO UN ESPEJO DONDE TE REFLEJAS TÚ Y TUS PENSAMIENTOS. DE ESTA MANERA TE ELEVAS POR ENCIMA DE LOS MISMOS, DEJANDO DE SER PRISIONERO DE ELLOS LLEVÁNDOTE A POSEER UNA ACTITUD MÁS LIBRE CON RESPECTO A LOS DEMÁS, A TI MISMO Y A LA VIDA.

viernes, 20 de agosto de 2010

EL ALMA NUBLADA


Recordaba el sabor de las fresas, aunque no sabía muy bien quien se las daba. Apreciaba el sabor como un recuerdo que se hacía presente a través de los sentidos callados, adormecidos, unos sentidos que le habían ido abandonando poco a poco, igual que la constancia del presente. El hombre bueno, lleno de amor y de cariño, que había permanecido siempre fiel a la existencia de los suyos, dejaba escapar su interior a través de su mirada azul, una mirada que ya no se dirigía a los objetos, sino a las sombras de las cosas. El, tan alegre y amable, se encontraba doblado en el fondo del sillón en el que había elaborado cada día sus trayectos y en él que había comprobado sus sueños. Pero esos sueños sólo tenían pasado, y el pasado en quien no reconoce, en quien no puede percibir, es la inexistencia. Aún se me escapa alguna lágrima cuando escribo estas líneas, basadas en la memoria de mi padre, el hombre que me dio la vida, el hombre al que debo mi existencia. Sus últimos años, convertido en un muñeco destruido por el tiempo, atado por la enfermedad y el paso de la vida, son un misterio que quiero desvelar. El misterio de un viaje que ahora emprendo a través de los indicios y a través de la esperanza de recobrar al ser humano que se escapó en silencio al mundo oscuro de la permanente claridad.
De Emilio Porta a su padre.

Me gusta el título. Emilio, no estás sólo. Lo que has contado lo vivimos de cerca con mi suegra, un ser noble y sin maldad, durante cuatro años. Primero fueron los despistes, luego pequeños olvidos y por último poco a poco el vacio. Su vida se quedó vacia de contenido hacia el exterior. Tú lo has explicado claramente. Cuando todo pasó, lo mejor que nos dejó fue, además de su recuerdo, la gran historia de amor de mi suegro hacia a ella. Él no tardó mucho en salir en su busqueda tras haberse dedicado de pleno a cuidarla.

Emilio, debiéras hacer el libro. Sé que hay mucho para contar y tú lo harías bien. Seguro que además la lectura del mismo podría ayudar a otras personas, que por desgracia, pasen por lo mismo. Mi suegro siempre me decía, "Alicia, yo no necesito que paréis vuestras vidas para venir a ayudarme a cuidarla y acompañarla, sois jovenes y tenéis hijos y trabajos que atender, yo más que nada necesito sentir que no estoy sólo en esto". Nunca lo estuvo.

Gracias por elegirnos para compartir algo tan sentido para tí. Siento que sientes cuando escribes.

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