viernes, 20 de agosto de 2010
NO VENDER EL ALMA
Siendo científica diré que nombrar a los dioses para explicar las tragedias de nuestro planeta tal vez es volver muchos años atrás, cuando no había tantos adelantos tecnológicos.
Pienso que muchas cosas se pueden explicar debido a que los recursos existentes en pleno siglo XXI no están bien gestionados. Enviamos sondas espaciales a los confines del Universo en vez gastar ese presupuesto en evitar estas catástrofes en la Tierra. Se intenta averiguar si hay agua en Marte mientras, contradictoriamente, en un rincón de la Tierra están acarreando, con cántaros en la cabeza, agua potable a través de grandes distancias…
A fin de cuentas es la falta de equilibrio en nuestro planeta entre lo necesario y prescindible. Y eso no lo decidimos nosotros.
Respeto que, tras lo ocurrido por ejemplo en Haití, quien lo necesite rece a los dioses, si eso al menos puede valerle como consuelo.
Sólo nos queda desde el microcosmos próximo que nos rodea ayudar a la Tierra a recuperar el rumbo de la estrella que ha perdido, sólo nos queda quitarle el maquillaje de hipocresía, sólo nos queda no vendar el alma...
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