No sé si podré algún día archivar nuestro pasado, porque cada centímetro cúbico de mi ser parece estar sacado de tu complicidad, porque mi caminar te buscaba cada día para verte sonreír y mi alma siempre llegabas segundos antes que mi cuerpo, porque fuimos tan semejantes aunque casi ni nos dimos cuenta de ello. Solo deseo que no sea tarde, que el reloj se detenga antes de mi crepúsculo, porque en el día en que pueda alejarse tu recuerdo, desgraciadamente, en ese instante empezaré también a morir…
domingo, 3 de julio de 2011
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