lunes, 9 de mayo de 2011
EL INFLUJO DE LA LUNA
Me encanta observar la luna, enigmática, brillante, sensual… Dejar que su influjo haga revivir sensaciones y sentimientos escondidos. A pesar de ser científica, no me resisto a imaginar que acaso estemos guiados por su magia. Si es capaz de mover la inmensidad del mar varios metros y sin contacto, por qué no aceptar que en la fase de luna llena los sentimientos se puedan intensificar. Sino como se comprende que el bello satélite haya sido desde siempre tema de poemas y canciones a lo largo de la historia así como de magias y misterios que llevaron a motivos románticos y a momentos placenteros de paz interior.
Lo que, a fin de cuentas, parece ser cierto es que la influencia de la luna es netamente real y que, por alguna razón, estamos destinados a depender de ella para completar el ciclo de la vida. Puedo asegurar que pocos momentos me parecen tan maravillosamente reflexivos como una noche de luna llena acompañada de los susurros del vaivén de las olas del mar.
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