viernes, 18 de marzo de 2011
SÁBADO
La mujer se dispone a ir al baño mientras su compañero, como todas las noches que cena en su casa, se dirige a preparar las copas. El neceser parece estar lleno de viernes dieciocho de marzo. En el fondo, el gel de masaje sensual que contiene aloe vera; a un lado, el frasco de colonia que a él tanto le seduce.
Toma el neceser, termina de abrirle la cremallera y le llega ese olor a mezcla de rosas y azahar: el sábado comienza a despertarse. La lencería, además, muestra un color que en el festivo sábado despierta lujuria. La mujer, presurosa, se echa una gota de perfume en el dedo y, al aplicárselo detrás de la oreja, suspira apasionada.
Se despierta la mañana del sábado, busca una postura cómoda y con los brazos se va acurrucando en él.
Se mueve por un instante, sin pensarlo, con el último preservativo en la mano.
Sin fin.
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